Roberto Falabella, Estudios emocionales, 1957

Roberto Falabella, Estudios emocionales, 1957

Daniel Quiroga, destaca el equilibrio entre propósito y realización que se escucha en los Estudios emocionales dentro de su experimentalismo sonoro.
“Su rebuscamiento sonoro es fríamente deliberado, por cierto, tanto casi como el que muestra Becerra [en su Segunda sinfonía], pero está más encerrado en límites de extensión y desenvolvimiento. Suena como un resultado de mayor decantación, y logra a veces, especialmente en el segundo movimiento, entrar más allá de lo llamativo de sus combinaciones instrumentales, en e! terreno de la creación de belleza —no importa cuáles sean sus recursos— que nos parece el único resultado a que debe aspirar un artista. Y la belleza aparece lograda y presente.” (1958)



En los Estudios Emocionales, Falabella utiliza material musical de la festividad de la Virgen de la Tirana, fundamentalmente estilemas usados en la despedida, un instante postrero de la performance ritual de la Tirana. También utiliza un estilema rítmico del grupo de baile de los Morenos, un pedal de matraca que posee función de corte y expectativa. Los Morenos son un grupo de baile cuyo origen se remonta a las cofradías religiosas de negros que existían durante la colonia y que sobrevivieron en las salitreras del norte de Chile. Un elemento importante de su performance, y que va a tener incidencia en la estructura profunda del Estudio VI, es la utilización de la matraca, lo que según la tradición imita el sonido de las cadenas de los esclavos. Este dato sin duda es recogido por Falabella, por eso es que el único estilema exclusivamente rítmico que utiliza el compositor en este movimiento, es el pedal-señal de lamatraca que marca los puntos de corte dentro de la coreografía.

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